viernes, 26 de junio de 2009

olvidé aquello

Vox dei vox populi.
Me animo a objetar la sentencia.
Exijo que en algunos aspectos la voz de dios pueda ser discutible (sobretodo en los versados por Dante y otros asuntos póstumos de juicios y castigos).
Sin (obviamente) ser inscripta en el rubro hereje con opción a hoguera terrenal.
Insistir, porque de eso se trata.
Porque es lo que estoy mendigando de rodillas, reclamando altanera pero respetuosa.
El deseo supremo del presente perpetuo.
Melómano, el noumeno asustado se predispone a ejecutar a la gris inercia.
Vivir y morir entrañada.
El elogio del recorrido volteando sillas.
Horro vacui del no retorno.
Animales y polvo.

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