miércoles, 24 de febrero de 2010

lujan willams

La inestabilidad flaqueada me vuelve gelatina.
Las pérdidas son devastadoras.
Marchitan mi ser, lo pulverizan tan rápido que muero en el suspiro.
Miedos ancestrales se apoderan de mis noches insomnes de fríos oídos sensibles.
Mientras tanto, aquel mal intencionado se burla y te destripa palmeándote en la caida.