lunes, 9 de febrero de 2009

revolutionary road

En esta tarde febril soy April y Frank al unísono y espero que alguien, tal vez el menos pensado, baje el volúmen de su audífono antes que escuchar blasfemias.
Cigarrillo, silencio (cuando VeraMaind transige), pensar hasta que duela.
Como dice Ciro "...será la vida que siempre nos pega un poco...nos encandila con lo que está por venir...."
Horror vacui con olor a promesas de pan y cebolla. Sin luz pero con bañadera y el cielo estrellado. Brios ausentes, determinacón nula adelante con verguenza carloncha para pernoctar atrás.
Ilusión remota de engatuzar infinitamente.
Uno mismo.
El Rengo faltó a la cita porque falleció su abuela (nunca dudé de sus buenas intenciones).
Marcelito y la bendita ventana que no entra, que no cierra.
Garito en su vereda enamorando viejitas y yo, en un claro intento de no enloquecer, sólo pienso en volverme slow, snow, snob.

palíndromo

Aunque me aterre el monólogo melancólico y la contundencia resuene como eco (ctlc a lo que estoy bloggeando)*.
Creo que ya no es más ctlc NADA EN MI. SE ha convertido en norma o peor en indiscutible dogma…
Como me dijo el cubano aquél día: adentro y afuera, claros y oscuros todo el tiempo en el mismo lugar y en simultáneo ¡es mucho para cualquiera!
Me bulle y hormiguea atinar con el equilibrio entre las obligaciones y los derechos.
Generalmente voy derecho a las obligaciones..No me quejo, después de todo es algo que asimilé bien y confirmo a diario.
Gruño…porque mi libertad no es tan libre como anhelo.
Quisiera ser menos yo y más yo.


*ctlc: curiosamente todo lo contrario.