jueves, 19 de marzo de 2009

1, 2, 3

Rondé y me rondaron.
Floté sin Bob.
Pasmosos absurdos, degeneraciones morbosas de imberbes que nunca fueron ni serán… algo huele mal.
El destino que no suelta mi mano, hace y deshace prolongándome la vida.
Inaugural y acompasado:
Una coincidencia charlada…cortesías y memento que originan la materialización de la obsesión y la pulverizan liquidando cuatro años de paranoicas afligidillas de porqueses.
Accesorio y circunstancial:
Ociosidad que desentraña y mitiga. Intensidades variables que ramifican en felicidad decente.
Tercio excluido:
Fui testigo incauta e involuntaria. Rapacería y fuga. Intervalos que se eternizan en la álgida perplejidad oscilante de vida o muerte, a pesar de ser martes.
Lo existencial, lo substancial era yo ahí parada de cara al rapaz, única testigo de su vileza, dominándome con la sentencia.
Silvia Scotch murió y vive en Mar del Plata.