miércoles, 22 de julio de 2009

silvia moretti


agnes de scotch

Peliagudo y resbaladizo el bayo de la caye.
Mecanografiando garabatos en estos días de frío, fiebre, porcinos y pornonos.
Almohadones y misterios colgando como velos de las celosías que entre sigilos y silencios se vuelven confidentes clandestinos.
Un chispacito quimérico donde avivarse las manos considerando el aire de las ranas que despuntan frotando al noumeno adormecido en la lámpara.
Latiendo el preámbulo de la antología de otros como propio.
La ve dejando el tambaleo y estampando pavimento.
Las medianeras secándose al sol como los tomates.
La bici parada hasta las siete.
Los pies fríos y tanto... que nada.

confesiones de invierno