sábado, 30 de mayo de 2009

la que pedía demasiado

Uno puede descifrar trastos o chirimbolos y estar o no estar de acuerdo.
Aliviarse con las simultaneidades existenciales y tomarse un cafecito con Simone y Jean Paul…Pero me pregunto por que muchas veces los blogs son tiranamente dimitidos y arrinconados.
Suplicamos en su confesionario ateo y sacrílego, abarrotando de ansiedades y congojas el ciberespacio y por arte de magia inexorablemente siempre terminan abandonados.
Desidia…flojedad…desamor?
Ingratos todos con el fiel aliado colaborador adjunto al que nos hacemos adictos inseparables, incondicionales hinchas devotos del que en silencio nos espera y respeta hasta las comas.
De la que pide mucho a la otra que espera y no da nada falsificando identidades y escudándose en su negrura para poder gritar lo que piensa.

solísima estaba

Barriendo mapamundis conocidos pero poco frecuentados y corriendo de su quieto sitio a los elefantes, asoma una historia de navidades frente al Támesis que me transportó a mi caro fin de milenio en la tierra del Dante.
Algunos contrastes climáticos, de idioma, distintas coordenadas pero análogas sensaciones… casi era yo aquella solísima fugando y perdiéndose a orillas de otro río, siguiendo japoneses que tenían los itinerarios más certeros que los míos, con el fin secreto de renacer mágicamente siendo otra mejor... o peor, saltando como la rana, traspasando vidrios como el nóumeno, saliendo para poder volver a entrar como escorpión.
Seguí bajando y solísima me atrapaba de tal manera que decidí seguirla…sola estoy, sola estaba.
Emulando a la gran Sophie pero sin registro fotográfico desmenucé alcoba y escritorio, suite venetian a piacere.
La carta de amor que no ganó valió la pena…hubiera querido compartirla con la hacker, que no me lee porque no se que (aunque intuyo)…
De llantos y soledades en la piecita amarilla de Solís, de no encuentros caminados por la 9 de julio cerca del consulado italiano sin tener ni la más pálida idea de las vueltas de la vida y mi julio del 99.
Dolores rojo punzó en las noches de un malos aires que cuando quiere es hostil y te abandona en cualquier esquina (como aquella medianoche en la que me dejaste parada y sin habla en Corrientes y Callao).
Asquerosa muy osa (laboriosa), patética (con espejo retrovisor) y absolutamente burguesa…hamburguesa (obvio pero real).
No se si me muevo, estoy en la era de la teletransportación…estoy donde debo pero ausente sin aviso…
Me encanta el arroz pero China a estas alturas es una ilusión de futurama.
Esta que son dos y una a la vez saluda y se pliega fervorosa al haber encontrado otra almita sensible queriendo ser bet seller.
Buceando me di cuenta de que a veces escribo yo…como si no fuese yo…y ahora leo a otra como si fuera yo…

billy scotch

Ramificada en trilogías rorras de apuestas y jeroglíficos que se convirtieron en laberínticos acertijos rebullidos, trasteados y mordidos, llorados y padecidos con súplica remachada.
Hijuelos silvestres, bordado, fruto y obra que libertan indómitos.
El deseo de ser y no poder.
Ser pero ser en el otro.
El no deseo del otro. De cualquier cosa que signifique esfuerzo.
La frustración de uno en la no prolongación.
El olvido puesto de nuestra huella que dejó de ser indeleble y se fue borrando con las olas.