miércoles, 1 de julio de 2009

tuyo siempre

igual

para no olvidar

maravillosa esta noche

tears in heaven

maratón

También ando humeando ufas y ufos pero no se a quien batallar.
No hay perdonables garantes solidarios, ni reos implacables en la metáfora.
De pies a cabeza somos el argumento maduro de peregrinaciones marchitas.
Mustios vagabundeos non santos en compañías anónimas de responsabilidad limitada.
Pato me dice que estoy igual que la última vez que me vio…yo tenia 8 años.
Ella también esta igual.
Veinte años después te vuelvo a encontrar y sos vos, pero otro.
Y me asusté.
No por el, sino porque la nostalgia, las evocaciones, la pintura perfecta del tamizado de pueril mocetón encandila y cascabelea engatusando, haciendonos perder el tiempo.
Capitular sincrónica el simultaneo y desmenuzar lo hecho como lo correcto, reconforta.
Traspapelarse es imposible.
Pescando fotos descoloridas, esas en la que sonreíamos tanto, abrazadas y sin quisicosas perturbadoras….
¿Éramos tan felices? porque yo recuerdo que nos pasaban cosas y sufríamos…pero en la imagen no se reflejan los pensamientos anteriores al ¡digan whisky!
Tramas infantiles (a pesar de ser veinteañeras).
La vida del amoldado (y vaciado) es meneada y fatigosa.
Casas, cosas y personas que zanjar.
Ya no más encerrarse en la habitación y poner música, ahora estoy del otro lado de la puerta llamando a todos a cenar.
Soy la madre. Pero también soy yo (hicetnunc), y aquella nena de anteojitos, y la adolescente no rebelde (única en su especie), y esta cinta adhesiva que todo lo quiere remendar para que el mundo siga siendo redondo, pero es cuadrado (dice Rafa que roba leyendo), igual…da igual.