viernes, 13 de noviembre de 2009

isla flotante

No puede tener hijos, pero eso no le impide amar profundamente.
Cuando reacciona y vuelve sobre sus pasos: pide disculpas y espera el perdón con fe, una fe rara y con forma de ojito chino que calcula la respuesta procesando el contenido y la conveniencia.
Proyecto anfitriona que no puede con cuarenta a cuestas y un par de comensales con paladar austero de especias y cuscuses.
Hablo mucho sola en realidad, tal vez demasiado. Es el desprenderse lento que me lleva este procesar lo que me recitaron los mayas en pilates.
Maquina de escribir y papel duplicado con carbónico...otro recuerdo de las aburridas clases de mecanografía de las cuales salieron esos horribles papiros con nombre y apellido (incluso direcciones) de gentes de hace más de veinticinco años.
Se ha perdido el deseo de confidencialidad en la complicidad. El top secret sagrado ha sido violado y en un punto aquella que fui, también.
Secreto de la madre que los parió y ni siquiera preguntan por la parturienta, almas gélidas y desamoradas que frugalizan vida por carecer de sustancia.
Chuletas y bovinos, nunca entenderán la diferencia entre orden alfabético y sentido común.
En que consiste un blog?
Escribir el cotidiano o transformarlo en poesía?
Que el otro decodifique o que me fascine el resultado?
Desacralizar el espacio o elevarlo a las altas cumbres?
Ensimismada escribiendo para otros y no entendiendo porque no puedo ser parte.
Llorando a medias con marcela por algo que no tiene explicación pero se siente muy en lo profundo.
En que consiste la vida?
Lo estoy investigando y me adentro en filos propios y ajenos corriendo el riesgo de ser una improvisada olorosa que desea sin conocer sus limites: temeraria.
Que no aparezca mi nombre en esa cosa, porque no deseo ser parte del bulto, de la masa colorida sorprendida en carpas ajenas sin entender las risas.
Ella y yo pero en distintas vidas.
Brutales coincidencias a pesar de no reconocerme en aquella que marginan con la burla.
Nunca pierdo los estribos, pero me canse de ser coloquial y barata (en pos de un jaja que aborrezco).
Nunca fui horrible con la gente que jajea en plurales vacuos de holas y hasta luego. Es hora ya de serlo.
Ni un ¿quién tiene tiempo?
Levantando la mano para dar el presente.
La llamadita que reaviva y me baja de un hondazo pero ayuda con el empujón.
Amigas por correspondencia, a veces sola y otras...también. Un especie de querida: dentro del gran dilema: terapia permanente o planchita.
Un libro de cocina francesa para mujeres americanas sin cocinera, como una que recalienta pasta corta para poder volver a su isla flotante a bracear estilo mariposa.
Cambiar el mundo en un intento agotador, constante y agotador. De pedaleo que va parando y estiramientos que rechinan.
Es para ella para quien escribo, de mi para mi (hasta ahora alcanzaba)
Mensajes en el contestador vacío.
A julio no le gustaría lo que escribo, debería dedicarme a otra cosa.
Rescato el esfuerzo del mar por hacer de mí alguien que no se da por vencido:
Eres prof puedes en enseñar.
Alguien lo leerá y comprenderá lo que haces.
En el proceso encontré la felicidad: deshuesar el pato como receta final y el inicio de otro libro que aliviana la carga pero redobla la apuesta.
Imposible no seguir moviéndose.

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