viernes, 30 de octubre de 2009

puedo dejar de pensar en María José desde ayer.
Veo la foto que publicó sil y comprendo menos aún..
Curada con arrivos de rorros puntuales,
no es natural nacer y si lo es morir
pero para mi funciona la revés,
al punto que esta idea de no estar me supera.
Arrinconada confundida con la quietud, la negrura, el retiro.. siento mucho miedo.
Recuerdo la última vez que la vi y no me animé a saludarla.
La conversación con sil sobre si llamarla o dejarla tranqui con sus cosas, sus hijos, su marido y el consejo de su madre……
Todo se sobre dimensiona y a la vez empequeñece ante la brisa marina o la caricia del sol.
Todo y nada.
Las frases hechas que cobran sentido.
Asquerosamente estúpidas
pero tan ciertas.
Justo ahora que ando plantando
y re planteando.
Que me siento fuerte y eterna.
Poderosa.
Anoche tuve frío
y miedo.
Y sigo llorando
por ella
por mi
por mar
por ra que siempre me tiene en vilo.
El resto (supongo) me sobrevivirá felizmente.
Sobre todo la pocha
que con sus rulos corre y se aferra a mis piernas como paraíso seguro de escondidas y grititos.

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