Ella

escribió sobre otra que creo intuir.
Hermoseó rutinas di sólito con extracto de cafés amanecidos en cuerpo y alma. Esos que uno insiste hasta olvidar entre renglones y nos maravillan con su visita.
Yo no ando espejando el reflejo porque la cosecha no aguanta.
El cree que su tiempo no vale para mí.
Ellos se impacientan y gotean taponando huecos.
Aquella finge interés y me transporta todo el tiempo sin piedad de mi guel ángel.
Yo quiero pedalear piojos matadores en stereos de rolando.