La Melendi ahoga sus penas pedaleando musicas ajenas y regandolas con estampillas invisibles.
Olvidó su torcido cordón negrito y quedó estorbada en la ochava, chaflándo y mascullando al aire sin saber muy bien como hacer para aterrizar a tiempo.
Traficando pisadas y rezando acuerdos.
Llegó y volvió a salir.
Se perdió y se encontró… pero no era.
Olvidó su torcido cordón negrito y quedó estorbada en la ochava, chaflándo y mascullando al aire sin saber muy bien como hacer para aterrizar a tiempo.
Traficando pisadas y rezando acuerdos.
Llegó y volvió a salir.
Se perdió y se encontró… pero no era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario